AeroPress: ¿Filtros de papel o de metal?

Cuando de café se trata, podemos ser un poco quisquillosos. Incluso podríamos parecer maniáticos para aquellos que nos observan. Prestando atención a cada detalle, por pequeño que sea, hasta que, detalle en detalle y poco a poco ¡Logramos hacer un café delicioso!

Uno de estos pequeños detalles es el tipo de filtro que usamos para hacer café en nuestra AeroPress. La AeroPress necesita filtros hechos a medida, pues su portafiltros tiene un tamaño particular, y usar otros filtros sería dejar que el café caiga en nuestra taza. Afortunadamente, hay un montón de filtros hechos específicamente para la AeroPress en tiendas online. El gran número de opciones que tenemos para escoger puede resultar abrumador, y nos lleva a hacernos una pregunta: con tantas opciones, ¿cómo sé cuál es buena y cuál no?

En general, podemos decir que hay dos tipos de filtros: de metal y de papel. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Veamos qué tipo de ventajas y desventajas tienen cada uno de estos tipos de filtros. Dejamos a un lado los filtros de tela, obviamente, porque no sirven para la AeroPress.

Veamos más detalladamente los tipos de filtros que hay.

Filtros de papel

Los filtros de papel son los más populares para casi todos los métodos de hacer café excepto para las máquinas de espresso. Incluso la página oficial de AeroPress recomienda usar filtros de papel, diciendo que “aunque no sean la opción ideal para el medio ambiente […] los filtros de papel dan mejores resultados” ¹. Así que, ahí lo tienes: hasta AeroPress te lo dice.

Hay dos tipos de filtros de papel:

De papel blanco

El papel blanco es así porque fue blanqueado. Blanqueado con cloro. Aunque el cloro no es el único ingrediente y hay otros ingredientes usados para el blanqueo dependiendo de la marca, el cloro es el ingrediente principal en el proceso de blanqueamiento del papel. El cloro, como sabemos, tiene cierto olor… y sabor. Aunque lavemos el filtro notaremos cierto sabor que no notaremos al usar filtros de metal.

Otra forma de blanquear el papel es a través de oxígeno. Este proceso se vale de un tipo de desinfectante que trabaja con partículas de oxígeno (no somos científicos, pero te haces una idea) y es considerado más natural y mejor para el medio ambiente. La única diferencia es que suele dejar algo menos de sabor a cloro y, también, que suelen ser más caros los filtros blanqueados de esta manera.

Filtros de papel marrón

Los filtros de papel marrón son prácticamente lo mismo que los blancos. La gran diferencia es que, al no ser blanqueados, no sólo quedan marrones sino que además conservan ese olor y sabor tan característicos del papel marrón. Y aunque sea preferible saborear papel que saborear cloro, el problema es que el sabor en el papel marrón es mucho más fuerte. Los filtros marrones, por mucho que los laves, siempre conservarán ese sabor y olor a papel.

Y así es como por mucho que los filtros de papel marrón sean superiores en términos ecológicos, son definitivamente inferiores en términos de sabor y aroma. Aunque hay gente que los prefiere precisamente por ese sabor, en general no es un sabor placentero para la mayoría de los amantes del café.

Filtros metálicos

La razón de ser de los filtros metálicos es que son filtros que pueden usarse una y otra vez; reciclables. Al contrario que con los filtros de papel, no hace falta que los tires después de cada uso. Esto les da puntos en el ámbito ecológico.

Pero la gran diferencia es que los filtros de papel son mucho más efectivos a la hora de filtrar. Los filtros metálicos, en su gran mayoría, tienen huevos demasiado grandes. Esto significa que por mucho cuidado que tengamos a la hora de hacer nuestro café, terminaremos con café molido en nuestra taza. Los filtros de papel, en efecto, atrapan muchos de los aceites naturales en el café, mientras que los filtros de metal no son capaces de esto.

Ya se ha estudiado el efecto de consumir café molido sobre nuestro cuerpo: al parecer, sube los niveles del colesterol malo. Pero no te preocupes; una cantidad tan nimia de café molido como la que puedes consumir de esta manera no te hará daño. Los bebedores de café turco sí que se tienen que preocupar.

Conveniencia

La otra gran consideración -a parte del sabor- es qué tan conveniente nos resulte el filtro que vamos a usar.

Los filtros de metal son mucho más convenientes a la hora de comprarlos. Compras uno, y te puedes olvidar del asunto por meses y meses. Sin embargo, cuando se trata de filtros de papel, tienes que ocuparte de ocupar cientos por vez y luego estar pendiente de cómo estás de filtros de papel, no vaya a ser que te quedes sin filtros en un momento inconveniente.

Pero los filtros de papel son más convenientes cuando se trata de limpiar. Es tan fácil cómo deshacerte del filtro de papel que acabas de usar y listo, ya no tienes que olvidarte más. Los filtros de metal son otro asunto. Tienes que lavarlos después de cada uso y además darles una lavada a fondo una vez a la semana si quieres que se mantengan en buen estado.

Con algo de suerte este artículo te ayudará a escoger el filtro más adecuado para tus necesidades.