Preparaciones únicas de Chemex
Algunas formas interesantes y únicas de preparar café con un Chemex que quizás nunca hayas considerado.
Hacer lo mismo todos los días puede llegar a ser aburrido, incluso cuando se trata de la manera en la que consumimos nuestro café. La buena noticia es que existen muchas maneras de convertir una mañana aburrida en una mañana más interesante. ¿Y qué mejor manera de lograr esto que experimentando con nuestro café?
En 1941, el químico Peter Schlumbohm diseñó uno de los métodos de extracción de café más interesantes que existe: la Chemex, una cafetera muy eficiente y fácil de usar. Pero nadie se imaginó que 80 años después la Chemex sería redescubierta, convirtiéndose en uno de los mejores métodos para preparar café.
Para demostrarlo, hemos compilado algunas recetas que de seguro te van a inspirar a preparar café de distintas maneras e incluso crear tus propias recetas:
La Estándar
Siempre se empieza por algún lado, por eso necesitamos una receta balanceada que sirva como referencia para otras recetas:
- 40 gramos de café
- Molienda media fina
- 700 gramos de agua (90ºC - 194F°)
- 2 vertidos
Con una proporción de 1:15 dividida en dos vertidos, uno para empapar el café y calentarlo, y el siguiente (unos segundos después) para verter lentamente el agua restante, esta receta produce una taza de café equilibrada, sin ser muy fuerte ni muy suave; ácida, pero placentera, deliciosa y con buen cuerpo, perfecta para disfrutar sin ningún tipo de endulzante.
10/10
Cowboy Chemex
Llamada así por el cowboy coffee, esta receta necesita la molienda más gruesa que puedas conseguir, idealmente con un molino manual:
- 60 gramos de café
- Molienda gruesa
- 600 gramos de agua (96ºC - 204F°)
- Cáscara de 1 huevo
- 1 o 2 vertidos
Comenzamos mezclando la cáscara de un huevo con el café molido, y luego vertemos el agua de una sola vez si es posible, si no, vierte toda el agua que puedas y el resto 10 segundos después.
Es posible que esta receta te salga mal las primeras veces; todo dependerá del tipo de café que utilices. Nosotros te recomendamos un tueste medio o claro para mejores resultados, sin dejar de lado la cáscara de huevo, pues es la estrella en esta receta.
*Este antiguo método, aunque poco común, y hasta raro para algunos, sirve para reducir la acidez del café. No tienes que usar huevos frescos. Si tienes cáscaras de huevos que hayas cocinado días antes, mejor. Si no, puedes separar los huevos de las cáscaras y lavarlas bien con agua.
7/10
La Meticulosa
Si te gusta prestar atención a cada detalle, esta receta te permitirá preparar el mejor café que has probado usando la Chemex:
- 50 gramos de café
- Molienda media fina
- Coloca el filtro en la Chemex, con el triple pliegue frente a ti
- Enjuaga el filtro con agua caliente y deséchala
- Coloca la Chemex sobre una báscula y añade el café
- Tara la báscula e inicia el temporizador
- Vierte 100 gramos de agua (92-95ºC—200-204F°)
- Deja que el café florezca por 30 segundos
- Vierte el resto del agua (800 gramos) lentamente, hasta que el temporizador marque 2:30
- Desecha el filtro sin presionarlo
- Sirve
Este método produce muy buenos resultados, especialmente con tuestes más oscuros, como los que se utilizan para el espresso.
10/10
Chemex Helado
Puedes preparar café helado en tu Chemex, ¿no nos crees? Te enseñamos cómo:
- 30 gramos de café
- Molienda media gruesa
- 300 gramos de agua (96ºC - 204F°)
Antes de comenzar, prepara un poco de café (siguiendo el método estándar de esta guía) y haz unos cubos de hielo con él; esto evitará que el café se diluya, la peor pesadilla del café helado.
- Agrega los cubos de café a la Chemex
- Coloca el filtro, y añade el café molido
- Vierte 100 gramos de agua y deja que el café florezca. Después de 15 segundos, vierte el resto del agua
- Sirve de inmediato
El café helado es un verdadero salvavidas para cuando quieres una refrescante taza de café, y no una taza de café que sólo te hará sudar mientras la tomas. Y aunque no es una receta para todos los días, vale la pena tenerla a la mano.
9/10
Chemex Rubio
Para todos nosotros que no somos fanáticos de ese café amargo y súper fuerte que sale de los granos tostados a tal punto que se vuelven negros, aquí una manera de disfrutar de un tueste más claro:
- 40 gramos de café
- Molienda fina, tueste claro/rubio
- 700 gramos de agua (92ºC-198F°)
- Enjuaga el filtro
- Vierte 200 gramos de agua y deja reposar por 30 segundos
- Vierte los 300 gramos de agua tan rápido como puedas
- Después de 10 segundos, vierte el resto del agua lentamente, con movimiento circular
- Sirve
Ahora puedes preparar una excelente taza de café utilizando tuestes claros, ideal para aquellos que no disfrutan tanto el café negro y amargo.
8/10